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Los Yorkinos Atacan de Nuevo: Obama, el Nuevo Poinsett

March 21, 2014

* EL DESTINO MANIFIESTO: AHORA EL MUNDO ÁRABE Y LA EUROPA DEL ESTE

* IMPONEN EL LIBERALISMO DEMOCRÁTICO CON ARMAS Y LA BANCA MULTINACIONAL 

* EL FINAL DE LA MODERNIDAD, LA DICTADURA DEL RELATIVISMO

DE JOSÉ A. PÉREZ STUART

 

 

 

En un apresurado esfuerzo por terminar la Modernidad con el triunfo, con la consolidación del modelo político-social-religioso prohijado por la Ilustración, el mundo árabe y la antigua Europa del Este sufren hoy la misma experiencia bélica que en el 1800 padeció por décadas el llamado Nuevo Continente, cuando por la fuerza, mediante el financiamiento de golpes de estado y la organización de grupos revolucionarios denominados “yorkinos”, fue obligado a la desacralización, a  la secularización, a la profanización de su entramado psicosocial, con la imposición del liberalismo democrático.

 

Barack Obama, entonces, es el nuevo Poinsett que rompe la cohesión de los países árabes y europeos aún no contaminados del decadente liberalismo democrático; que organiza las nuevas sectas yorkinas y les financia sus levantamientos; que quita y pone gobernantes a través de ejércitos de extremistas y mercenarios; que financia alegremente a los gobiernos que se “modernizan” a través del derecho al aborto, al homosexualismo, etc; pero que presiona y asfixia financieramente a gobiernos que rechazan el aborto o los matrimonios de personas del mismo sexo.

 

Después de 200 años de liberalismo democrático impuesto a nuestros países, muchos de nosotros aplaudimos las incursiones militares de Bush o de Obama en el Medio Oriente, pues mientras la Iglesia ha pedido perdón por el uso de violencia años atrás por parte de sus hijos fieles, en cambio creemos que “la democracia debe reinar” en todo el mundo; que debe ser establecida a cualquier precio. Que el modelo emanado de la Ilustración y estructurado por la Revolución Francesa, tiene que extenderse, por las buenas, o por las malas. Y al que no tiene un sistema así, lo condenamos.

 

La mal llamada “Primavera Árabe” es parte de ese juego, de ese sueño expansionista de carácter revolucionario que el Presidente Wilson refrendó, al otorgar a la doctrina del Destino Manifiesto un sentido globalizador, no únicamente continental.

 

Y vistas las circunstancias con frialdad, es evidente que no existe ninguna diferencia entre la promoción y financiamiento de los “yorkinos” estadunidenses y los “escoseses” europeos en aquellos años, para importar el modelo liberal a nuestro continente, con el financiamiento y la organización actuales de los rebeldes que tienen la consigna de dinamitar y desestabilizar el mundo árabe, para que, al compás del liberalismo democrático, aquél gire alrededor del Nuevo Orden Mundial.

 

Total, después de 200 años de sometimiento, ya hasta la democracia liberal nos sabe bien.

 

En el fondo, subyace el gran debate dentro de los círculos de pensamiento revolucionarios, destapado por Lyotard ante el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información y el riesgo para el Estado Moderno; esto es, que el Estado emanado de la Ilustración, sucumba. Lo que más les preocupa a algunos es mantenber viva la Modernidad; en tanto otros dicen que fracasó en el alcance pleno de sus objetivos, y finalmente los que apuntan que lo que ya vivimos es la Posmodernidad.

 

Las incursiones bélicas financiadas por los últimos gobiernos estadunidenses en el Medio Oriente, así como las condicionantes impuestas por la Organización de las Naciones Unidas, por el corpus burocrático de la Unión Europea; por el aparatik de la OTAN los condicionamientos de los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para otorgar dinero exclusivamente a gobiernos y países que se postren al Nuevo Orden Internacional que resquebraja los cimientos naturales y morales de la sociedad, en conjunto parecieran mostrar que hay una enorme prisa dentro de los círculos de poder por acelerar el proceso revolucionario y dar “carpetazo” a la Modernidad, con la imposición del Liberalismo como estilo de vida y del liberalismo democrático como forma de organización política; para entonces sí, entrar de lleno a una Posmodernidad totalmente desacralizada, secularizada, con un elevadísimo grado de profanización en la vida personal, familia y social.

 

 

Es por ello que con extraordinaria clarividencia, el cardenal Joseph Ratzinger nos advertía a todos de la gobernanza sin frenos de la “Dictadura del Relativismo”.

 

La Dictadura del Relativismo es hija de la democracia liberal, a su vez hija del Liberalismo, a su vez hija de la Ilustración.

 

Existe un hilo conductor incuestionable. Es un solo, un mismo proceso revolucionario. Del que muchos de nosotros hemos perdido ya su sentido, luego de 200 años de sometimiento al mismo.

 

Pero lo ciwerto también es que todas las llamadas “potencias democráticas” se están muriendo.

 

Son sociedades decadentes, en franco proceso de desaparición, debido a su incapacidad para regenerarse por las políticas anticonceptivas que han asumido. El envejecimiento se ha apoderado de todas ellas. Y junto a ese proceso de extinción en el que han entrado, lo más elocuente es su debacle moral. Prostitución, drogadicción, alcoholismo y otros, las han acabado. Lo que ellas muestran como “ejemplo” de “modernidad”, constituye sus propias exequias.

 

¿Esa es la sociedad que se trata de imponer en los países árabes?

 

¿Esa es la sociedad que la Unión Europea y Estados Unidos reclaman para Ucrania?

 

¿Esa es la sociedad que tratan de imponer, mediante presiones financieras, a países africanos que se oponen a la legalización del homosexualismo, el aborto y demás?

 

En contraste con su extraordinario interés por controlar la producción de granos y petróleo de Ucrania, son notorias dos conductas de Obama y sus socios occidentales:

 

1.- El indiferentismo frente al asesinato reiterado y masivo de cristianos en países árabes y comunidades africanas.

 

2.- La dejadez ante la represión criminal emprendida por el gobierno socialista venezolano…

 

¿Por qué, si tan amantes son de la democracia liberal en Ucrania, en el mundo árabe…no la defienden en Venezuela?